Esta remodelación a pocos metros de la playa restauró completamente la vivienda de una familia que vivía en ambientes precarios, donde el salitre ya había carcomido varios muros además del deterioro normal de los materiales informales y perecederos con los que estaba hecho. Se aprovecharon los cimientos que ya estaban, y se readecuó la configuración de espacios para proveer mayor confort a la familia. Se levantó una nueva estructura de bambú, para los muros y el techo, cambiando los techos de palma deteriorados por techo de lámina pintada al horno. El diseño único contempla las altas temperaturas del lugar, dejando mucha ventilación y ambientes que combinan el exterior e interior. Aprovechamos la baldosa rota de la construcción antigua para el zócalo exterior. La casa cuenta con eficiencia energética en su iluminación y reciclado de aguas grises que se aprovechan en un huerto familiar.